Fuente: Sociedad Chilena de ciencias del
mar
La Sociedad Chilena de Ciencias del Mar
(SCHCM) que agrupa a los científicos y técnicos relacionados con la
investigación y difusión en ciencias y tecnologías del mar, no está ajena a los
problemas ambientales, sociales y económicos que se han suscitado en la Región
de Los Lagos, por lo tanto -a través de este comunicado- cumple con su deber de
informar sobre los sustentos científicos técnicos que aportan a la comprensión
de los procesos oceanográficos, la presencia de floraciones algales nocivas, de
marea café y la mortalidad de salmones y la varazón de machas en la playa de
Cucao.
1)
A gran escala, la oceanografía que afecta la costa de Chile responde a
dos grandes fuerzas externas: perturbaciones de origen ecuatorial, tipo
Fenómeno de El Niño, y la variación interanual del flujo e intensidad de
rotación del Giro del Pacífico Sur, que a su vez es fuertemente influenciado
por el flujo e intensidad del Anillo de Corrientes alrededor del continente
Antártico.
Frente a la costa de Chiloé se localiza,
además, un fenómeno clave para la oceanografía de la costa de Chile: allí llega
desde Nueva Zelanda y Australia la corriente trans-pacífica de la Deriva del
Oeste que al chocar con el continente se divide en dos ramas. La rama que fluye
hacia el norte condiciona la dinámica y el comportamiento anual de la Corriente
de Humboldt. En cambio, la rama que fluye hacia el sur hace lo propio con la
Corriente del Cabo de Hornos. La oceanografía de la costa exterior de la Isla
de Chiloé y de la zona de fiordos y canales, ha sido muy poco estudiada y
aunque se sabe que el punto geográfico donde tiene lugar esta separación de los
flujos cambia de año en año, se desconoce el comportamiento de esta divergencia
y sus tendencias en el largo plazo.
Durante el último año se ha manifestado
un Fenómeno de El Niño de escala global, muy intensa. Las aguas en la zona sur
entre 40°- 42o Latitud Sur (frente a las costas de Chiloé) han experimentado un
aumento de temperatura superficial del mar de dos a cuatro grados por sobre un
año normal. El mar interior de Chiloé, que recibe un importante influjo de agua
dulce desde los ríos y glaciares y por efecto de la lluvia, ha visto disminuido
este influjo anual lo que ha provocado un aumento de la salinidad.
En la costa de Chile el evento de El
Niño 2015-2016 ha presentado características únicas tanto en su intensidad como
desarrollo. En la parte meteorológica, el actual evento ha presentado un
sistema anticiclónico fortalecido y desplazado hacia el sur, especialmente
durante el verano, por lo que se incrementó la sequía hacia la IX y X Región.
Este anticiclón tiene como característica principal los cielos despejados y
vientos del sur favorables a la surgencia costera. Por otro lado, como es
característico durante los eventos de El Niño, la corriente subsuperficial que
transporta aguas ecuatoriales de bajo oxígeno y alto contenido de nutrientes
alcanza hasta altas latitudes (más al sur).
Con estos antecedentes podemos
configurar, sin ningún lugar a dudas, que desde diciembre de 2015 a la fecha se
han presentado en la zona costera desde Valdivia hasta el sur de la isla de
Chiloé eventos inusuales de surgencia, arrastrando aguas con alto contenido de
nutrientes, lo que sumado a la alta radiación solar y los vientos moderados,
produjo florecimientos algales de proporciones no observadas en la región
anteriormente. Estas aguas penetraron hacia Chiloé Interior por el Canal de
Chacao y el Golfo de Corcovado fertilizando aún más las aguas interiores, que
además de la carga natural de nutrientes (arrastre de ríos, cenizas volcánicas)
recibe aportes de las actividades humanas como agricultura, desechos domésticos
y acuicultura. Los florecimientos comenzaron a desarrollarse inicialmente en
áreas al sur de las Islas Guaitecas, tanto en el área oceánica como en los
canales, desplazándose durante enero hacia el norte alcanzando Quellón y
alrededores, área donde se focalizó por un largo periodo. Durante el mes de
febrero se observó en el Golfo de Corcovado densidades altísimas de medusas,
organismos típicos de aguas más temperadas. Este fenómeno también impactó la
zona interior de Chiloé y la zona de Calbuco con varamientos masivos.
Es importante destacar que la situación
oceanográfica registrada en el Pacífico Sur-Austral no es un hecho aislado y
responde a un Fenómeno de El Niño con repercusiones a una gran escala
geográfica, que ha impactado no solo la costa de Chiloé sino también entre
California y Alaska, en el hemisferio norte, con las mareas rojas más fuertes
observadas en los últimos 20 años y varazones masivas.
2)
Paralelamente a lo que ocurre en aguas interiores, siguen
desarrollándose intensas surgencias costeras de Valdivia al sur, las que
también generan florecimientos algales que ingresan en bahías y estuarios, consumiendo
el poco oxigeno disponible de la columna de agua. Estos eventos producen
mortandad y posterior varamiento de gran cantidad de peces lo que causa alarma
pública, además de los consecuentes problemas sanitarios. Este tipo de eventos
son recurrentes en la costa de Chile y otros lugares del mundo.
Las condiciones oceanográficas
(temperatura, salinidad, nutrientes) generan ambientes propicios para el
crecimiento de las poblaciones de fitoplancton que son consumidas por los
organismos planctónicos y filtradores (almejas, choritos, choros, cholgas,
ostiones, picorocos, piures). Algunas especies del fitoplancton constituyen las
así llamada floraciones algales nocivas (FAN). Estas floraciones normalmente no
tienen un efecto negativo sobre los organismos filtradores que las consumen; la
acumulación de toxinas al interior de estos filtradores tiene un efecto nocivo
al ser consumidas por vertebrados superiores (peces, aves y mamíferos) entre
ellos el hombre.
3)
La mortalidad de salmónidos ocurrida entre febrero y marzo de este año,
fue producto de la proliferación de la microalga Pseudochattonella cf.
verruculosa, la cual aumentó sus poblaciones debido a las inusuales alzas en la
temperatura del agua provocadas por el Fenómeno de El Niño, generando la marea
café. Esta alga produce mortalidad de los peces en cautiverio, al fijarse en
sus agallas afectando la respiración. El evento ocurrió preferentemente en el
seno de Reloncaví y sectores adyacentes en el mar interior de Chiloé; sucedió
en un lapso en que las temperaturas de las aguas superficiales (primeros 5
metros) durante los meses de enero y febrero, fueron entre 2 - 4° más altos en
comparación con registros para los mismos meses durante 2015.
A partir de la tercera semana de febrero
se informa a Sernapesca, por parte de la industria, de la mortalidad de
salmones en el mar interior en la zona de Puerto Montt causada por la marea
café. Debido a la masividad de estas mortalidades no era factible procesar la
totalidad de los salmones en las plantas reductoras. La Dirección General del
Territorio Marítimo y Marina Mercante (DIRECTEMAR), sobre la base de
Resoluciones del Sernapesca (Resolución Exenta N° 1340 y N°1359, ambas de
2016), otorga el permiso (Resoluciones N° 12600/05/114-VRS y N°
12800/05/124-VRS), para el vertimiento de emergencia de mortalidad de los
salmónidos a 75 millas naúticas al oeste del Faro Corona. Esto es al extremo
norte de la Isla de Chiloé por la costa Pacífica, con una profundidad de más de
3.000 m. El volumen de peces vertidos como desecho, que parece enorme para las
dimensiones humanas, es insignificante comparados a los volúmenes de agua del
océano y la capacidad de reducción del agua de mar.
El vertimiento se efectuó a mediados de
marzo y estuvo fiscalizado por un veedor en cada una de las embarcaciones que
participaron en este proceso, además de ser seguidas mediante posicionadores
satelitales a lo largo de todo el proceso de vertimiento, desde su zarpe hasta
su recalada.
4)
El molusco bivalvo macha o Mesodesma donacium es una especie chilena
típica de playas arenosas disipativas; es decir playas con extensiones
superiores a 3 - 5 km, directamente expuestas a la olas del Océano Pacífico,
cuyas alturas pueden alcanzar hasta 5 m y con corrientes litorales o de deriva
que movilizan estacionalmente grandes volúmenes de arena. La macha vive en la
zona de rompiente de las olas, es decir en la zona del litoral donde ocurre el
mayor movimiento de agua y consecuentemente donde es muy raro que ocurra marea
roja, justamente por ser una zona del litoral donde las aguas no están quietas.
La macha es un organismo filtrador, es decir se alimenta del fitoplancton y
partículas orgánicas suspendidas en el agua.
En abril continúan los florecimientos
aislados en diversos sectores de agua interiores y exteriores de Chiloé,
observándose el día 26 una inusual varazón de machas en el sector de Cucao, que
impacta por su extensión. Se estima que las varazones masivas de machas
ocurrieron como consecuencia del efecto de la toxina paralizante sobre el
músculo (pie) del molusco, impidiendo el enterramiento de los ejemplares y por
lo mismo quedando expuestos al efecto del oleaje y siendo arrastrados a la
playa. Observaciones durante estas varazones en la zona de Cucao, han permitido
constatar que los ejemplares vararon vivos y algunos pudieron volver a
enterrarse en el sedimento de la zona intermareal. Hasta el momento, no se
dispone de una estimación de la mortalidad originada por este efecto.
Eventos de menor envergadura continúan
apareciendo hasta el día de hoy, los que se espera perduren por una a dos
semanas para luego retornar a la normalidad. Los moluscos bivalvos que tengan
la toxina requerirán de unas semanas adicionales para eliminarla naturalmente y
puedan ser utilizados para consumo humano. La seriedad y rigurosidad de los
sistemas de muestreo, seguimiento y análisis de las toxinas en el país son una
garantía, de que una vez levantada la alerta de las áreas afectadas, se pueda
consumir con seguridad estos organismos. Cabe destacar que actualmente hay
áreas libre de estos efectos nocivos en la Región de Los Lagos.
La respuesta de la Ciencia a las
perturbaciones naturales u originadas por las actividades humanas
En términos generales, la sociedad
chilena (incluidos los organismos sectoriales del Estado, las Universidades y
el sector privado), no están preparados para reaccionar de manera rápida y
eficiente, ante la ocurrencia no prevista de perturbaciones de origen natural
y/o antrópico como las que han ocurrido en los últimos meses en la costa
chilena, las cuales son análogas a las que ocurren en otras latitudes del
planeta.
Lo anterior lleva implícito al menos dos
aspectos:
i)
El no poder tomar muestras, hacer mediciones in situ o realizar análisis
de terreno y laboratorio, atenta contra la posibilidad de conocer las
respuestas de los sistemas ecológicos ante las perturbaciones y los legados
ecológicos de las mismas. El conocer tales aspectos -por ejemplo, ante perturbaciones
similares pero en diferentes sitios- permiten generalizar acerca de causas,
procesos, efectos y proponer alternativas de mitigación.
ii)
La dificultad de acceder a los sitios donde ocurren perturbaciones de
modo rápido y eficiente, atenta contra la objetivación de los problemas y no
ayuda en nada a generar una base científica sólida para encontrar las
respuestas a los fenómenos observados (las varazones de sardinas durante el
2009 y 2016 en el estuario del Queule, la presencia de talio en las cenizas del
Volcán Caulle y los impactos del vertimiento de hidrocarburos en la Bahía de
Quintero, son algunos de los ejemplos).
De ahí que las Universidades y
Sociedades Científicas debieran promover la constitución de un “fondo de
desastres” que esté disponible en forma oportuna, descentralizada y con una
visión local para levantar información científica pertinente para comprender,
explicar y sugerir soluciones a los problemas.
Asimismo, consideramos que es
fundamental el rol que juega la prensa para informar, a partir de fuentes
confiables, a la sociedad.
Agradecemos los aportes de los socios
Patricio Bernal Ponce, José Luis Blanco García, Marcelo Campos Larraín, René
Durán Figueroa, Sandra Ferrada Fuentes, Leonardo Guzmán Méndez, Eduardo
Jaramillo Lopetegui y Doris Oliva Ekelund.
Viña del Mar, 8 de mayo de 2016.-
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