miércoles, 11 de mayo de 2016

COMUNICADO SOCIEDAD CHILENA DE CIENCIAS DEL MAR

Fuente: Sociedad Chilena de ciencias del mar

La Sociedad Chilena de Ciencias del Mar (SCHCM) que agrupa a los científicos y técnicos relacionados con la investigación y difusión en ciencias y tecnologías del mar, no está ajena a los problemas ambientales, sociales y económicos que se han suscitado en la Región de Los Lagos, por lo tanto -a través de este comunicado- cumple con su deber de informar sobre los sustentos científicos técnicos que aportan a la comprensión de los procesos oceanográficos, la presencia de floraciones algales nocivas, de marea café y la mortalidad de salmones y la varazón de machas en la playa de Cucao.

1)     A gran escala, la oceanografía que afecta la costa de Chile responde a dos grandes fuerzas externas: perturbaciones de origen ecuatorial, tipo Fenómeno de El Niño, y la variación interanual del flujo e intensidad de rotación del Giro del Pacífico Sur, que a su vez es fuertemente influenciado por el flujo e intensidad del Anillo de Corrientes alrededor del continente Antártico.

Frente a la costa de Chiloé se localiza, además, un fenómeno clave para la oceanografía de la costa de Chile: allí llega desde Nueva Zelanda y Australia la corriente trans-pacífica de la Deriva del Oeste que al chocar con el continente se divide en dos ramas. La rama que fluye hacia el norte condiciona la dinámica y el comportamiento anual de la Corriente de Humboldt. En cambio, la rama que fluye hacia el sur hace lo propio con la Corriente del Cabo de Hornos. La oceanografía de la costa exterior de la Isla de Chiloé y de la zona de fiordos y canales, ha sido muy poco estudiada y aunque se sabe que el punto geográfico donde tiene lugar esta separación de los flujos cambia de año en año, se desconoce el comportamiento de esta divergencia y sus tendencias en el largo plazo.

Durante el último año se ha manifestado un Fenómeno de El Niño de escala global, muy intensa. Las aguas en la zona sur entre 40°- 42o Latitud Sur (frente a las costas de Chiloé) han experimentado un aumento de temperatura superficial del mar de dos a cuatro grados por sobre un año normal. El mar interior de Chiloé, que recibe un importante influjo de agua dulce desde los ríos y glaciares y por efecto de la lluvia, ha visto disminuido este influjo anual lo que ha provocado un aumento de la salinidad.

En la costa de Chile el evento de El Niño 2015-2016 ha presentado características únicas tanto en su intensidad como desarrollo. En la parte meteorológica, el actual evento ha presentado un sistema anticiclónico fortalecido y desplazado hacia el sur, especialmente durante el verano, por lo que se incrementó la sequía hacia la IX y X Región. Este anticiclón tiene como característica principal los cielos despejados y vientos del sur favorables a la surgencia costera. Por otro lado, como es característico durante los eventos de El Niño, la corriente subsuperficial que transporta aguas ecuatoriales de bajo oxígeno y alto contenido de nutrientes alcanza hasta altas latitudes (más al sur).
Con estos antecedentes podemos configurar, sin ningún lugar a dudas, que desde diciembre de 2015 a la fecha se han presentado en la zona costera desde Valdivia hasta el sur de la isla de Chiloé eventos inusuales de surgencia, arrastrando aguas con alto contenido de nutrientes, lo que sumado a la alta radiación solar y los vientos moderados, produjo florecimientos algales de proporciones no observadas en la región anteriormente. Estas aguas penetraron hacia Chiloé Interior por el Canal de Chacao y el Golfo de Corcovado fertilizando aún más las aguas interiores, que además de la carga natural de nutrientes (arrastre de ríos, cenizas volcánicas) recibe aportes de las actividades humanas como agricultura, desechos domésticos y acuicultura. Los florecimientos comenzaron a desarrollarse inicialmente en áreas al sur de las Islas Guaitecas, tanto en el área oceánica como en los canales, desplazándose durante enero hacia el norte alcanzando Quellón y alrededores, área donde se focalizó por un largo periodo. Durante el mes de febrero se observó en el Golfo de Corcovado densidades altísimas de medusas, organismos típicos de aguas más temperadas. Este fenómeno también impactó la zona interior de Chiloé y la zona de Calbuco con varamientos masivos.

Es importante destacar que la situación oceanográfica registrada en el Pacífico Sur-Austral no es un hecho aislado y responde a un Fenómeno de El Niño con repercusiones a una gran escala geográfica, que ha impactado no solo la costa de Chiloé sino también entre California y Alaska, en el hemisferio norte, con las mareas rojas más fuertes observadas en los últimos 20 años y varazones masivas.

2)     Paralelamente a lo que ocurre en aguas interiores, siguen desarrollándose intensas surgencias costeras de Valdivia al sur, las que también generan florecimientos algales que ingresan en bahías y estuarios, consumiendo el poco oxigeno disponible de la columna de agua. Estos eventos producen mortandad y posterior varamiento de gran cantidad de peces lo que causa alarma pública, además de los consecuentes problemas sanitarios. Este tipo de eventos son recurrentes en la costa de Chile y otros lugares del mundo.

Las condiciones oceanográficas (temperatura, salinidad, nutrientes) generan ambientes propicios para el crecimiento de las poblaciones de fitoplancton que son consumidas por los organismos planctónicos y filtradores (almejas, choritos, choros, cholgas, ostiones, picorocos, piures). Algunas especies del fitoplancton constituyen las así llamada floraciones algales nocivas (FAN). Estas floraciones normalmente no tienen un efecto negativo sobre los organismos filtradores que las consumen; la acumulación de toxinas al interior de estos filtradores tiene un efecto nocivo al ser consumidas por vertebrados superiores (peces, aves y mamíferos) entre ellos el hombre.

3)     La mortalidad de salmónidos ocurrida entre febrero y marzo de este año, fue producto de la proliferación de la microalga Pseudochattonella cf. verruculosa, la cual aumentó sus poblaciones debido a las inusuales alzas en la temperatura del agua provocadas por el Fenómeno de El Niño, generando la marea café. Esta alga produce mortalidad de los peces en cautiverio, al fijarse en sus agallas afectando la respiración. El evento ocurrió preferentemente en el seno de Reloncaví y sectores adyacentes en el mar interior de Chiloé; sucedió en un lapso en que las temperaturas de las aguas superficiales (primeros 5 metros) durante los meses de enero y febrero, fueron entre 2 - 4° más altos en comparación con registros para los mismos meses durante 2015.

A partir de la tercera semana de febrero se informa a Sernapesca, por parte de la industria, de la mortalidad de salmones en el mar interior en la zona de Puerto Montt causada por la marea café. Debido a la masividad de estas mortalidades no era factible procesar la totalidad de los salmones en las plantas reductoras. La Dirección General del Territorio Marítimo y Marina Mercante (DIRECTEMAR), sobre la base de Resoluciones del Sernapesca (Resolución Exenta N° 1340 y N°1359, ambas de 2016), otorga el permiso (Resoluciones N° 12600/05/114-VRS y N° 12800/05/124-VRS), para el vertimiento de emergencia de mortalidad de los salmónidos a 75 millas naúticas al oeste del Faro Corona. Esto es al extremo norte de la Isla de Chiloé por la costa Pacífica, con una profundidad de más de 3.000 m. El volumen de peces vertidos como desecho, que parece enorme para las dimensiones humanas, es insignificante comparados a los volúmenes de agua del océano y la capacidad de reducción del agua de mar.

El vertimiento se efectuó a mediados de marzo y estuvo fiscalizado por un veedor en cada una de las embarcaciones que participaron en este proceso, además de ser seguidas mediante posicionadores satelitales a lo largo de todo el proceso de vertimiento, desde su zarpe hasta su recalada.

4)    El molusco bivalvo macha o Mesodesma donacium es una especie chilena típica de playas arenosas disipativas; es decir playas con extensiones superiores a 3 - 5 km, directamente expuestas a la olas del Océano Pacífico, cuyas alturas pueden alcanzar hasta 5 m y con corrientes litorales o de deriva que movilizan estacionalmente grandes volúmenes de arena. La macha vive en la zona de rompiente de las olas, es decir en la zona del litoral donde ocurre el mayor movimiento de agua y consecuentemente donde es muy raro que ocurra marea roja, justamente por ser una zona del litoral donde las aguas no están quietas. La macha es un organismo filtrador, es decir se alimenta del fitoplancton y partículas orgánicas suspendidas en el agua.

En abril continúan los florecimientos aislados en diversos sectores de agua interiores y exteriores de Chiloé, observándose el día 26 una inusual varazón de machas en el sector de Cucao, que impacta por su extensión. Se estima que las varazones masivas de machas ocurrieron como consecuencia del efecto de la toxina paralizante sobre el músculo (pie) del molusco, impidiendo el enterramiento de los ejemplares y por lo mismo quedando expuestos al efecto del oleaje y siendo arrastrados a la playa. Observaciones durante estas varazones en la zona de Cucao, han permitido constatar que los ejemplares vararon vivos y algunos pudieron volver a enterrarse en el sedimento de la zona intermareal. Hasta el momento, no se dispone de una estimación de la mortalidad originada por este efecto.

Eventos de menor envergadura continúan apareciendo hasta el día de hoy, los que se espera perduren por una a dos semanas para luego retornar a la normalidad. Los moluscos bivalvos que tengan la toxina requerirán de unas semanas adicionales para eliminarla naturalmente y puedan ser utilizados para consumo humano. La seriedad y rigurosidad de los sistemas de muestreo, seguimiento y análisis de las toxinas en el país son una garantía, de que una vez levantada la alerta de las áreas afectadas, se pueda consumir con seguridad estos organismos. Cabe destacar que actualmente hay áreas libre de estos efectos nocivos en la Región de Los Lagos.

La respuesta de la Ciencia a las perturbaciones naturales u originadas por las actividades humanas

En términos generales, la sociedad chilena (incluidos los organismos sectoriales del Estado, las Universidades y el sector privado), no están preparados para reaccionar de manera rápida y eficiente, ante la ocurrencia no prevista de perturbaciones de origen natural y/o antrópico como las que han ocurrido en los últimos meses en la costa chilena, las cuales son análogas a las que ocurren en otras latitudes del planeta.

Lo anterior lleva implícito al menos dos aspectos:

i)    El no poder tomar muestras, hacer mediciones in situ o realizar análisis de terreno y laboratorio, atenta contra la posibilidad de conocer las respuestas de los sistemas ecológicos ante las perturbaciones y los legados ecológicos de las mismas. El conocer tales aspectos -por ejemplo, ante perturbaciones similares pero en diferentes sitios- permiten generalizar acerca de causas, procesos, efectos y proponer alternativas de mitigación.

ii)    La dificultad de acceder a los sitios donde ocurren perturbaciones de modo rápido y eficiente, atenta contra la objetivación de los problemas y no ayuda en nada a generar una base científica sólida para encontrar las respuestas a los fenómenos observados (las varazones de sardinas durante el 2009 y 2016 en el estuario del Queule, la presencia de talio en las cenizas del Volcán Caulle y los impactos del vertimiento de hidrocarburos en la Bahía de Quintero, son algunos de los ejemplos).

De ahí que las Universidades y Sociedades Científicas debieran promover la constitución de un “fondo de desastres” que esté disponible en forma oportuna, descentralizada y con una visión local para levantar información científica pertinente para comprender, explicar y sugerir soluciones a los problemas.

Asimismo, consideramos que es fundamental el rol que juega la prensa para informar, a partir de fuentes confiables, a la sociedad.

Agradecemos los aportes de los socios Patricio Bernal Ponce, José Luis Blanco García, Marcelo Campos Larraín, René Durán Figueroa, Sandra Ferrada Fuentes, Leonardo Guzmán Méndez, Eduardo Jaramillo Lopetegui y Doris Oliva Ekelund.

Viña del Mar, 8 de mayo de 2016.-
 


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