ÑUÑOA, MARZO DE
2010
Sr.
Ministro del Interior
Don. Rodrigo Hinzpeter
Kirberg
Presente
Chile ha sido sacudido por
un desastre natural de características casi cataclísmicas; por la prensa los ciudadanos
nos hemos enterado paso a paso de la real dimensión de lo ocurrido, así como de
las acciones emprendidas por el anterior y el actual gobierno y sus
autoridades.
Como ciudadano estimo que
la opinión pública tiene muchas dudas respecto a la actuación de algunas
autoridades y organismos estatales, algo grave puesto que se supone que los
altos funcionarios de un gobierno siempre van a tratar de velar por el
bienestar de sus representados.
Por otra parte, resulta
preocupante lo ocurrido con varias edificaciones de altura, considerando los altos
estándares de construcción con que cuenta Chile.
Ministro, me parece que la
opinión pública y especialmente la ciudadanía merecemos respuestas claras y lo
más trascendental, públicas, abiertas, de amplia difusión. Al respecto,
modestamente, quiero efectuarle algunas proposiciones, las que estimo como
respuesta práctica a interrogantes que a medida que pasen las semanas, la
ciudadanía se va a estar haciendo o al menos eso espero.
ANTECEDENTES PREVIOS A
LA CATÁSTROFE
A.
PLANIFICACIÓN
DE PROTECCIÓN CIVIL
Es claro que la planificación
de protección civil debió haber sido confeccionada de manera previa, ocupando
la experiencia de las varias catástrofes vividas en los últimos 20 años (Vn. Hudson,
Chaitén, Aluvión Antofagasta, Terremoto de Huara, Tocopilla, inundaciones,
etc).
También es conocido
que existen muchas organizaciones en diversos países que cumplen similar función
a lo que debió haber sido la ONEMI, aspecto que se pudo considerar como
información vital para preparar los planes más adecuados para nuestro país. Son
muchos los expertos que en Chile no fueron oídos y cuya ayuda habría sido vital
al momento de diseñar las medidas de protección para la población, no sólo ante
temblores o terremotos.
Se sabe que todo este
tipo de fenómenos, especialmente los más graves, tienen una especie de libreto
que se repite una y otra vez; personalmente lo vi en el aluvión de Antofagasta.
En esa oportunidad uno de los primeros servicios básicos en colapsar fue el
agua potable, por una parte por los daños en cañerías pero por otro, fue mucho
más grave el hecho que la instalación donde se encuentran los estanques (sector
de Salar del Carmen y que alimentan a toda la ciudad), fueron virtualmente
tomados por una poblada asustada ante la posible falta de ese elemento vital. ¿La
solución?, se envió una agrupación de Infantería del Regimiento Esmeralda y una
estación de Telecomunicaciones del Regimiento “El Loa”; a partir de ese minuto
se regularizó el trabajo de los funcionarios de la empresa y se pudo garantizar
la entrega de agua a los sistemas de la ciudad como a las personas que
concurrían a buscar en los camiones aljibe, con bidones o elementos similares.
Como puede apreciar,
existían infinitas vías para obtener información certera, válida y experta, que
habría servido de manera vital para diseñar los planes de protección civil;
lamentablemente nada de eso se hizo.
B.
ORGANISMOS
PARA LAS CRISIS
Fue absolutamente
evidente que al momento de producirse la catástrofe, no existía ningún equipo
asesor de crisis, tal como lo tienen otros estados que asumen ésta tarea de
manera seria; Según al anterior mandataria, su comité de crisis eran algunos
ministros y probablemente asesores, quedando exentos de manera formal las
FF.AA., organismos de apoyo tales como Radioaficionados, grupos de rescate como
el de Bomberos, etc.
Ni siquiera el lugar
era el adecuado, puesto que los ciudadanos pudimos observar a la ex mandataria
en una pequeña sala, prestando una absoluta atención a la Sra. C. Fernández y
al Subsecretario Rosende, mientras los altos representantes de las FF.AA.
permanecían de pié tras la presidenta observando y escuchando; no hay que ser
muy experto para darse cuenta que no había un protocolo para esa primera
reunión, cualquiera que haya sido la emergencia, ya que se entiende que cada
autoridad responsable de instituciones u organismos del estado debería haber llegado
a exponer los antecedentes que a esa hora tuviera, por pocos que hayan sido.
Nada de lo anterior
sucedió y por el contrario, la mandataria centró su primera medida en volar rápidamente
al sur, tanto ella como otros ministros, ocupando varias aeronaves y
transformando a las más altas autoridades del Gobierno y por lo tanto del país,
en una suerte de periodistas en exploración, que recorrieron los lugares
afectados por un extenso tiempo, mientras las FF.AA. y grupos de rescate
permanecían en sus unidades y ciudades sin poder desplazarse a donde se necesitaba
ayuda con urgencia.
El ya famoso Decreto
760, desnuda magníficamente lo que la administración anterior entendía como
gestión en los organismos de protección civil; la palabra coordinación (mando y
control) sólo era una referencia en los libros para los encargados e ideólogos
de dichas instituciones, y lo que la dura realidad reveló, es que nunca se
buscó formar un ente que reuniera a diversas instituciones (civil, militares,
técnicas universitarias, etc) y por el contrarío permaneció intacto el trabajo
en compartimientos estancos o relacionados de manera absolutamente burocrática.
El célebre decreto
demostró que para la Sra. Fernández y el anterior gobierno, la palabra mágica era
subordinación, sin importar el como estructurarlo; con el tiempo transcurrido,
estimo que ya no se necesita explicar detalladamente lo errada que estaba la
Sra. Fernández, la ONEMI y el anterior Gobierno.
C.
TELECOMUNICACIONES
Las comunicaciones
nunca se improvisan, ya que al optar por esa forma de trabajo lo único que se
logra es que los enlaces no van a funcionar de la manera en que se espera que
lo hagan. Un sistema (Red) de Telecomunicaciones normalmente es la respuesta
técnica a los requerimientos operacionales, es decir, una vez que quienes
tenían la responsabilidad de diseñar el sistema de emergencia nacional hubiesen
definido la estructura completa, recién ahí se busca la forma de organizar los
enlaces; en ese punto se define si sólo se requieren enlaces de voz, voz y
datos, dentro de los datos sólo mensajes de texto, mensaje e imágenes, etc,
etc.
Por ejemplo, si se
analiza la salida en helicóptero de la ex presidente Bachelet a primera hora
del 27, surgen las siguientes interrogantes:
a.
¿Con quien estaba
enlazada?.
b.
¿Recibía ella
información de lo que estaba sucediendo en el resto del país mientras volaba?.
c. Si en su vuelo
hubiesen detectado la aproximación de una ola hacia una localidad, ¿Tenían la frecuencia
de quienes eran las autoridades de ese lugar y sabían quienes eran?, de lo
contario ¿habrían descendido a avisar?
Estas interrogantes y
muchas otras surgen a la luz del desplazamiento que hizo la ex mandataria y en
el que se supone tendría que haber hecho plenamente enlazada con sus asesores
directos, de lo contrario lo único que se estaba poniendo en riesgo, además de
la vida de la mandataria, eran las resoluciones ejecutivas (presidenta o
presidente) necesarias en ese momento. Anexo al diseño del sistema de
telecomunicaciones y de una importancia no menor, es haber contado con un plan
de telecomunicaciones, que entre otros aspectos considera un lenguaje común
(como lo hacen los radioaficionados), en el que se especifican claramente las
distintas señales distintivas (Identificación de las estaciones de
comunicaciones) y señales de alarma, donde cada catástrofe o suceso, tiene un
nombre claramente definido, por ejemplo:
-
CLAVE AZUL ZONA
ALFA: Alerta Posibilidad de Tsunami zona costera X.
-
CLAVE ROJA ZONA
ALFA: Presencia efectiva Tsunami. Activar alarma general zona costera X.
Los códigos expuestos
son sólo una idea de cómo se puede estructurar un plan de telecomunicaciones,
donde se obliga a quién origina el mensaje (no al operador de la radio) a comunicar
claramente una acción, dejando de lado lenguaje que después de preste a
confusión.
Aparentemente nada de
lo que acabo de detallar se hizo y lo más grave, el lenguaje entre organismos
(SHOA – ONEMI) parece no ser el mismo, hecho que influyó para que después aparecieran
contradicciones en las versiones.
D.
SISTEMA DE
ALERTA (ALARMAS)
Aquí claramente no
había consenso en los procedimientos, e incluso protocolos ya escritos no se ejecutaron,
lo que habla de la poca credibilidad que los mismos organismos tenían en sus
propios sistemas. Fue extraño ver a la mandataria en una pieza pequeña, rodeada
de personas, leyendo unos papales para que finalmente tuviera menos
antecedentes que los que a esa hora manejaba una conocida Radio nacional.
Independiente de
quienes debieron haber conformado el comité de crisis y donde se debiera haber
reunido, el sistema de alarma claramente mostró su completa ineficiencia. Los
lideres de las localidades más pequeñas (especialmente las costeras) como los
comandantes de las compañías de bomberos, los jefes de las tenencias o retenes
de Carabineros, las capitanías de puerto, claramente no tenían una meridiana
idea común acerca de cómo actuar ante un terremoto, y en muchos casos sólo
primó la intuición y el buen juicio de muchos de ellos y de otros tantos ciudadanos.
Aquí hubo falencias
técnicas y humanas; dentro de las técnicas se puede mencionar la falta de sirenas
o dispositivos que alertaran a la población ante un evento de la índole al que
nos referimos; entiendo que nunca se dejó de seguir el conducto regular al
momento de avisar a las regiones y como no hubo enlaces, no se avisó a nadie.
Aquí se juntan los
puntos descritos previamente, es decir, no había una planificación previa y los
medios de enlace no existieron o bien no fueron usados de una manera adecuada.
POSTERIOR A LA
CATÁSTROFE
A.
INVESTIGACIÓN
DE PROCEDIMIENTOS ANTE CATÁSTROFE.
Me parece que para una
transparencia absoluta de lo que se investigue, se debe optar por un procedimiento
similar a lo que hace la Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB) de Estados
Unidos cuando investiga un accidente aéreo; si bien ellos hacen sus
procedimientos de investigación normales, los resultados y conclusiones se
entregan en público, ante autoridades, familiares de víctimas y la prensa.
Es probable que de
alguna de las conclusiones se deriven responsabilidades penales o políticas, pero
a partir de ese punto serán otros los organismos encargados de proseguir con
los procesos judiciales o políticos, y la necesidad de la verdad estará
satisfecha, al menos en parte.
Estimo que hay cosas
que revisten tal gravedad y hay tal molestia en los ciudadanos, que una buena
forma de clarificar los hechos y definir responsabilidades es hacer algo como
lo que propongo; para muestra un ejemplo; la actuación de las FF.AA. ha sido
ejemplar, pero sin duda alguna lo ocurrido con el SHOA requiere una completa
aclaración, pero da la impresión que ese organismo fue usado como una buena
excusa de la anterior administración para deslindar responsabilidades,
deslizando a los medios de prensa opiniones en tal sentido.
Por todo lo expresado,
creo firmemente que la investigación no puede estar circunscrita a las cuatro
paredes de una comisión, y por el contrario debe buscar especificar
responsabilidades, en un episodio en el cual no todos actuaron mal, pero
tampoco no todos actuaron bien.
Además de lo
mencionado, me parece poco lógico que una situación que implicó la actuación en
cadena de diversos organismos, sea investigada por carriles diferentes, ya que no
hay que analizar mucho para concluir que los resultados no serán compatibles.
Si es necesario, el Presidente podría designar una comisión que haga una
investigación completa, desde el punto de vista de los procedimientos y
actuaciones de los diferentes organismos estatales.
B.
DIFUSIÓN
DE INVESTIGACIÓN SOBRE EDIFICIOS CAÍDOS Y COLAPSADOS
En este tema está en
cuestión la fe pública de todos los ciudadanos, puesto que no se puede jugar con
la seguridad de muchas familias y con los sueños de la casa propia de muchos
Chilenos.
Como esta situación se
va a zanjar seguramente en los tribunales de justicia, en causas entre privados,
me parece del todo oportuno que se busque un camino alternativo para que la ciudadanía
sepa como las inmobiliarias y constructoras van a responder. No soy un experto
legal, pero se puede solicitar al Presidente Piñera pueda proponer una norma o
decreto que permita que cada una de las investigaciones que se produzcan a raíz
de lo ocurrido, sean liberadas a la opinión pública, una vez que ellas hayan
concluido en cada una de las etapas procesales correspondientes.
De alguna forma, el
Ministerio de Vivienda y Urbanismo, una vez reunidos los resultados de varias
de las causas que se lleven a efecto por este motivo, debiera emitir un informe
con las conclusiones desde el punto de vista del Gobierno, y si es necesario
proponer los cambios a la actual normativa sobre urbanismo y construcciones.
Ojala pueda analizar
mis sugerencias, que son fruto de la gran duda que me dejaron todos éstos acontecimientos,
tanto lo que pude observar en los organismos gubernamentales como en la forma
en que las inmobiliarias y/o empresas constructoras ejecutan sus obras, a veces
de gran tamaño.
Sr. Ministro, con lo
expresado no busco echarle la culpa del terremoto o el tsunami a tal o cual autoridad
u organismo, eso en una absoluta necedad, pero es tiempo de indagar la verdad
sobre lo que pasó, antes y después del terremoto; si bien hay una culpa
importante de la Armada de Chile en la alerta del Tsunami, no se debe olvidar
todo lo que he detallado previamente, situación que implica que hay varias
responsabilidades que exigir, tanto en organismo civiles como uniformados.
No podemos darnos el lujo
de perder tiempo, puesto que tal como Ud. y millones de Chilenos ya sabemos, se
espera otro gran movimiento telúrico en el norte de Chile en uno, dos o 10 años
más, y si algo nos ha dejado lo ocurrido el 27 de Febrero, es que no podemos
esperar sentados a
la próxima tragedia sin
investigar en que fallamos ahora y por ende, hacer los cambios que nos permitan
minimizar al máximo las consecuencias de lo que venga en un futuro
indeterminado, pero no lejano.
Saluda atte.,
Fdo.) JOSÉ RAÚL ASTROZA MUÑOZ
Mayor (R) de Ejército
(Telecomunicaciones)
Capacitador
Seg. Privada y Alumno IV año Ing. Prev. Riesgos
http://proteccioncivilchile.blogspot.com
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