La Onemi y el SHOA lograron
recibir a tiempo magnitud y epicentro:
Problema, además, demoró el
reporte que el Centro Sismológico entrega a la comunidad. Expertos descartan
enjambre sísmico.
Mientras el sismo de 5,3º Richter
sacudía, a la 01:37 horas de la madrugada de ayer, a seis regiones del país y a
más de 10 millones de personas, el Servicio Sismológico de la U. de Chile vivía
su propio temblor.
Horas antes, desconocidos habían
lanzado un ataque cibernético a los servidores centrales del plantel. El hackeo
tuvo efectos en el sistema, que se sumaron al mal funcionamiento de un
"cortafuegos" computacional. Ambos hechos afectaron la transmisión de
datos desde las estaciones sismológicas en terreno hasta el Centro Sismológico
Nacional (CSN).
El director del CSN, Sergio
Barrientos, admitió ayer que esto ya había alterado el protocolo que el
operador de turno debió cumplir al registrarse a las 21:26 horas del martes un
primer sismo de mediana magnitud en Tocopilla.
"En el segundo reporte de la
magnitud que debemos hacer al SHOA y a la Onemi, nos demoramos un poco más,
porque la señal de las estaciones se vio afectada por el ataque cibernético y
el mal funcionamiento del cortafuegos", explicó.
Mediante sus terminales
"espejo", ambos organismos de emergencia recibieron sin problemas el
primer reporte que el sistema computacional del CSN realiza en forma automática
para sismos de magnitud superior a 3,5º. Pero el protocolo señala que el
operador de turno en el servicio sismológico debe verificar los datos y
entregar nuevos reportes 5 y 10 minutos después. El segundo reporte de
confirmación sufrió algún retraso a raíz de esta vulnerabilidad computacional.
Los problemas continuaron tras el
sismo en la zona central del país. "El ataque cibernético influyó en el
tráfico de acceso, lo que hizo que la página web del Servicio Sismológico fuera
bloqueada por un tiempo", reconoció Barrientos. Eso hizo que la información
al público general sobre la magnitud y el epicentro del sismo tardara 28
minutos en ser subida a la página.
Barrientos señaló que este tipo
de problemas quedará superado en dos meses, cuando entre en operaciones un
centro de datos, que contará con equipamiento redundante.
Enjambre
Los expertos descartan la
existencia de un "enjambre" sísmico en la zona central y dicen que no
se puede establecer una relación entre estos movimientos y la probabilidad de
ocurrencia de un próximo terremoto.
Barrientos aseguró que en el caso
de los sismos de la mañana del martes, se trató de precursores y réplicas del
temblor de magnitud 5,4º que se produjo a las 7:54 horas con epicentro 34 km al
oeste de San Antonio. El de ayer, con epicentro 38 kilómetros al noreste de
Cartagena, correspondió a un sismo que no respondió tanto al roce entre placas
como a deformaciones internas de la propia placa Sudamericana. "Esto se
asocia a liberación de energía en frecuencias más altas, y eso hace que la
gente lo sienta más fuerte", dijo.
Profundidad
A 60 kilómetros bajo tierra se ubicó el epicentro del sismo ocurrido a la 01:37 horas de ayer.
Profundidad
A 60 kilómetros bajo tierra se ubicó el epicentro del sismo ocurrido a la 01:37 horas de ayer.
''El ataque comenzó a las 6:00 de
la tarde de ayer (miércoles). Afectó la información a la población, se produjo
congestión y afectó la llegada de datos de ciertas estaciones".
''Es difícil asociar estos
temblores a un futuro evento. Ha habido terremotos precedidos por actividad
sísmica como la de ahora y otros que no".
SERGIO BARRIENTOS, CENTRO
SISMOLÓGICO NACIONAL (CSN)
Mayor uso de redes sociales alivió congestión
Ya se ha vuelto una costumbre.
Cada vez que hay un sismo de alta intensidad, millones de personas toman sus
teléfonos celulares para comunicarse con sus seres queridos.
Eso suele colapsar las redes
móviles, impidiendo el tráfico de llamadas, por lo que las autoridades
recomiendan preferir los mensajes de texto y otras vías de comunicación, como
las redes sociales.
Y los chilenos parecen ir
asimilando las experiencias, ya que el sismo de ayer generó efectos marginales
en las redes móviles, según el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones.
A la hora del temblor, el aumento del tráfico no superó el 2%.
El ministro Pedro Pablo Errázuriz
dijo que "después del terremoto la lección que aprendimos fue que debíamos
pasar a tener un buen respaldo energético en toda la red, para asegurar la
comunicación entre las personas. Y es así que todos los puntos que se
consideran críticos cuentan con unidades de respaldo adicional para operar
entre cuatro y 24 horas adicionales, aunque también hay que decir que el sismo
fue menos intenso".
Por su parte, el subsecretario de
Telecomunicaciones, Jorge Atton, explicó que el hecho de que no se haya caído
la red se debe, "primero, al uso de las redes sociales, que gracias a la
banda ancha en internet resultó ser la solución. Lo segundo es que no hubo
congestión o fue leve en las tres compañías. Además, estamos fiscalizando
fuertemente la norma de infraestructura crítica, que obliga a los proveedores a
contar con respaldo de baterías hasta en 24% más".
Fuente: El Mercurio
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